sábado, 8 de diciembre de 2012

Los Temerarios (principios 70s)

A principios de los 70s causó furor un muñeco articulado (escasamente articulado digamos) de escala 12''; el "Temerario", primero en su estilo en pisar tierras argentinas.
Tengo entendido que los fabricaba la compañía de artículos de cotillón Veri Li, y fueron su mayor éxito.
Estos muñecos estaban inspirados en los Gi Joe norteamericanos, y tuvieron sus hermanos brasileños y mexicanos. Eran muñecos de plástico con cabeza de goma, articulados solo en brazos (hombro)  y piernas. Los cuerpos eran todos con el mismo molde, venían varios modelos que se diferenciaban por su vestimenta y traían muchos accesorios.  Venían en varias presentaciones, la más codiciada era una gran caja que traía un gran accesorio como un fuerte o una lancha, por ejemplo. También venia ropa en blíster, para convertir tu temerario en un aventurero diferente.
Más adelante, en 1977 salieron los Joe Supertemerario, mucho más articulados y realistas. incluso traían cabello y barba que parecían reales.
Acá les presento los dos míos, el soldado y el buzo (que era de mi hermano), con casi todos sus accesorios.






Tambien tuvieron sus imitaciones berretas, como estas de Hong Kong, que venian en una bolsita, me parece recordar. Me los habia regalado una tia, y con mi hermano los odiabamos, siempre eran los malos, jaja.




Página de publicidad de la revista Anteojito y una historieta que se hacia tambien como publicidad. Abajo podemos ver sus tres presentaciones, la caja grande, el muñeco en blister y la ropa sola.



Aquí vemos uno sin ropa

Anécdota personal:
Recuerdo que nos regalaron estos temerarios para las fiestas; si mal no recuerdo, para Reyes. Yo era el soldado, al que como verán le pinte bigotes con una birome, y mi hermano era el buzo. Venían en las cajas grandes, el soldado traía además de sus accesorios, de los que conserve casi todos, salvo un cuchillo y un tenedor, y creo un arma tipo metralleta, traía un fuerte de plástico gris muy fino, imitando piedra. El buzo también lo conserve casi con todo, salvo un mapa del tesoro. Jugamos muchísimo con estos muñecos, y como verán, los cuidamos mucho.
Me costó muchísimo desprenderme de estas pizas, y cada vez que lo recuerdo se me pianta un lagrimón, ya que son un cacho de mi infancia; pero bueno, no se puede tener todo, y menos cuando uno está en una situación económica precaaria, y no tiene mucho espacio en la casa. Así que tuve que decidirme y venderlos para costear lo que es mi fuerte en el coleccionismo, las miniaturas Jack y algunas otras, y las figuras de Star Wars.
Pero me quedo tranquilo porque en este momento están en las manos del coleccionista Juan Pablo Arcuri, y sé que los va a cuidar y mimar como yo. Además me dijo que es su regalo de Navidad y Reyes; como alguna vez fue el mío y el de mi hermano. Adiós muchachos, sean felices con su nuevo papi.